Simon es inglés. De Inglaterra. British. Guiri.
Nació y vivió un tiempo en un pequeño pueblito del norte donde la gente es muy amable, dice. Mucho más que en Londres o cualquier ciudad del sur.
Parece un tío tranquilo, calmado, habla recostado sobre la pared y sonríe.
Entre conversación y conversación, tu inglés por mi español, pienso en lo fácil que ha sido conocerle. En la de decisiones que podemos tomar, y en la de decisiones que podemos no tomar. En la de Simons como él que no conoceré, en todos aquellos que andan por el mundo y que no alcanzo a imaginar.
- Do it - dice él, y esas dos palabras son suficientes para que vuelva a ese bar, a esa caña, a esas aceitunas.
Do it. Qué sexys me han parecido siempre esas dos palabras, por su sonoridad y por lo que entrañan en su significado.
Que lo haga, dice. Que viaje, que conozca, que palpe, que acumule herramientas para construir mi carruaje...
Ese carruaje que es mi vida, que es mi cuerpo, que es mi alma y mi corazón... y que con tanta facilidad dejé pasar de largo, que tantas veces vendí al mejor postor.
Ese carruaje del que tantas veces me despreocupé por no preocuparme, por no ocuparme...
Me habla Simon de todas estas cosas que ya he escuchado otras veces en español, pero te las dice en inglés y parece que lo entiendes mejor, aunque sólo sea por el esfuerzo que supone oír otro idioma. Te las dice él, al que no conoces de absolutamente nada, que es un inglés, un british, un guiri cualquiera en Madrid y tú vas y te lo crees más.
Y le hablas, le argumentas, le excusas que para viajar, para conocer, para palpar, hay que ser muy brave, que esta society no te lo pone fácil, que no son tiempos para dreamers, que el después...
Y mientras parloteas en su idioma, el tuyo propio, tu idioma, retumba diciéndote que toda esa parrafada ya te la sabes, que el soñar no entiende de buenos tiempos ni malos, que la sociedad es en muchos casos el resultado de eso que no te gusta, y que dar una oportunidad al después es la única forma de ver...
Pero todo esto no se decírtelo en inglés, asi que pon otra caña Simon, que invito yo y te prometo...Te prometo que voy a Do it, o al menos, voy a Try it.
http://www.youtube.com/watch?v=UsXKdUkgz08&feature=fvst
¿No te atreves a hacerlo? Te está proponiendo vivir, ¿no? O vivir sin vida, que también es posible.
ResponderEliminarEl soñar nunca entra en crisis, es cierto, pero a veces es bueno dejarlo estar y crear creyendo, y creer creando.. :)
Qué duro el oficio de camarero (y no precisamente por su ajetreo en cuanto a copas). ¿Es él al que te confiesas? ¿A ese desconocido que quizá ahora te conoce mejor que tú? Puedo hacer de camarera.
Tienes que hacerlo, que intentarlo, que conseguirlo.. aquello de lo que hables.
Por cierto, me encanta esa canción. Y leerte (de nuevo).
:)
La verdad es que tengo miedo de renacer, para qué negarlo. Mientras tanto deconstruyo para construir. :)
ResponderEliminarLa propuesta de Simon resulta apetitosa, pero nada sencilla. Espero que consigas hacerlo (o intentarlo).
Algún día podríamos tomar una copa, quién sabe. Escuchando esto: http://www.youtube.com/watch?v=5M0Im0FX37I&feature=branded
Sí, a veces escucharlo me lleva a la autodestrucción, inevitablemente.
ResponderEliminarMi carro ya está construido, por lo menos en gran medida (siempre quedan retoques, por supuesto). El problema ahora es que no hay (o no quiero que haya, o no veo, o no quiero ver, o no existe.. no sé muy bien) ningún camino que recorrer, o por lo menos no ninguno en el que el carro no se me estropee (o manche). Vamos, que ahora lo cuido demasiado y no me atrevo a echarlo a andar.
¿Tú qué tal estás? ¿Lejos para echar una copa?
Supongo que tienes razón, pero a veces ponemos semáforos en los caminos y no hay manera de que se encienda el color verde. :)
ResponderEliminarEstás cerca, muy cerca. El término medio, dicen, es de lo mejor. Aunque no estoy de acuerdo con tal teoría.
Toma: http://www.youtube.com/watch?v=ecvcwM1kmnE
"So I go with the flow, what'll happen I don't know.."