sábado, 17 de noviembre de 2012

2. B

Conocí a B. de casualidad.
Un día de un mes de un año, me apunté a un curso. El mismo día del mismo mes del mismo año, B. se apuntó a un curso. 
Las dos primeras cosas que supe de ella fueron que los niños no eran de su agrado y que siempre reía. 
Ella es así. Ríe y sonríe todo el rato. Eso es genial porque es muy fácil saber cuando está triste. Es una pista que te regala para que la des cariño. 
Yo, en ese entonces tenía muy desarrollado ese modo asocial que a veces me pongo por capa, así que no hice demasiados esfuerzos por conocerla, ni por conocer a nadie. Pero su forma de ser va tallando formas en tu corazón, cuando te quieres dar cuenta ya no eres la misma. Eres tú reinventada. 

Cuando yo no iba al curso, siempre me preguntaba tímidamente por qué había faltado, eso te hacía sentir importante, porque significaba que ella notaba mi falta, aunque hubiese vivido toda su vida sin mí. 
La explicaba poco, me daba vergüenza decirla que estaba triste y por eso paseaba, no sabía que ella podría curarme un poco las heridas. No sabía hasta que recoveco de mi ser podía ser capaz de llegar. 

Un día, viendo una peli en su casa comimos mandarinas. Y desde ese entonces B. no se llamó B. sino Gajo.
B. era un nombre demasiado común para ella. Asi que ahora es Gajo. 
Es el mejor gajo de la mejor mandarina del mundo.

Tiene muchísimas cosas buenas. 
Una de las cosas que más me gusta de ella es que es silenciosa en sus actos, ella está sin ocupar, ella te dice bajito, ella te hace reir, te deja hablar, te sabe escuchar, y sino se le ocurre nada mejor que decir, te abraza, que es la mejor de las cosas que te puede decir.
Pasa desapercibida, pero se queda. Siempre se ha quedado a mi lado, aquí y a cientos de km, cuando nuestras almas han estado encontradas y cuando han estado desencontradas, cuando yo no he querido que nada me tocase el corazón y cuando ella no quería el mío. Siempre. Desde ese día de ese mes de ese año que empezamos aquel bendito curso, hasta hoy.

Asi es que, me tuve que hacer su amiga. 




martes, 6 de noviembre de 2012

Spanglish

Simon es inglés. De Inglaterra. British. Guiri.
Nació y vivió un tiempo en un pequeño pueblito del norte donde la gente es muy amable, dice. Mucho más que en Londres o cualquier ciudad del sur.
Parece un tío tranquilo, calmado, habla recostado sobre la pared y sonríe.
Entre conversación y conversación, tu inglés por mi español, pienso en lo fácil que ha sido conocerle. En la de decisiones que podemos tomar, y en la de decisiones que podemos no tomar. En la de Simons como él que no conoceré, en todos aquellos que andan por el mundo y que no alcanzo a imaginar.

- Do it - dice él, y esas dos palabras son suficientes para que vuelva a ese bar, a esa caña, a esas aceitunas.

Do it. Qué sexys me han parecido siempre esas dos palabras, por su sonoridad y por lo que entrañan en su significado.
Que lo haga, dice. Que viaje, que conozca, que palpe, que acumule herramientas para construir mi carruaje...
Ese carruaje que es mi vida, que es mi cuerpo, que es mi alma y mi corazón... y que con tanta facilidad dejé pasar de largo, que tantas veces vendí al mejor postor.
Ese carruaje del que tantas veces me despreocupé por no preocuparme, por no ocuparme...
Me habla Simon de todas estas cosas que ya he escuchado otras veces en español, pero te las dice en inglés y parece que lo entiendes mejor, aunque sólo sea por el esfuerzo que supone oír otro idioma. Te las dice él, al que no conoces de absolutamente nada, que es un inglés, un british, un guiri cualquiera en Madrid y tú vas y te lo crees más.
Y le hablas, le argumentas, le excusas que para viajar, para conocer, para palpar, hay que ser muy brave, que esta society no te lo pone fácil, que no son tiempos para dreamers, que el después...
Y mientras parloteas en su idioma, el tuyo propio, tu idioma, retumba diciéndote que toda esa parrafada ya te la sabes, que el soñar no entiende de buenos tiempos ni malos, que la sociedad es en muchos casos el resultado de eso que no te gusta, y que dar una oportunidad al después es la única forma de ver...

Pero todo esto no se decírtelo en inglés, asi que pon otra caña Simon, que invito yo y te prometo...Te prometo que voy a Do it, o al menos, voy a Try it.

http://www.youtube.com/watch?v=UsXKdUkgz08&feature=fvst

lunes, 21 de mayo de 2012


De repente todo deja de tener sentido, y tras decir esto resulta que lo comprendo todo, que todo tiene más sentido que nunca. La vida, los sentimientos, las personas, los miedos, las locuras. Todo es eterno...en cinco minutos.
Todo cambia, mientras lo demás permanece, como si nada. Todo permanece, mientras lo demás cambia, como si todo.

lunes, 2 de abril de 2012

Tenía un nudo en el estómago.
Pero no un nudo de nervios.
El nudo que se queda cuando todo ha terminado y no ha pasado nada.
Llegas, llegas, la cuerda, la agarras, te resbalas, la cuerda, se escapa, te pierdes, ya sabes que esta vez no, y al final nada.


Ese nudo. Perfecto.

jueves, 22 de marzo de 2012

Cinco letras


Se me distraen los sentidos mezclándose entre recuerdos de todo lo vivido hasta el momento.
Recordar me ayuda a vivir más en el ahora. Paradojicamente.
A no olvidar los juegos de hoy estoy aquí, y mañana puedo estar allí, o en el peor de los casos, ni siquiera estar. El ciclo natural de la vida, las etapas, los circulos y sus cuadraturas, los momentos, las vivencias, las nostalgias inventadas, los inventos llenos de nostalgia...

Al final todo es mentira, es la única verdad. Pero por primera vez, esta afirmación no se verbaliza enfadada, rencorosa ni enrabietada, tal vez emocionada, agradecida.
Por primera vez empiezo a comprender que ayer pasó, y mañana aun no ha venido, que fuiste una pieza más del Lego, como yo lo fuí para muchas otras vidas que hoy no recuerdan ya ni la mitad de lo que significaba.
Lo vivido, y lo bebido, me nubla tu visión, sé que estuviste y que gracias a ti, a mí contigo, a mí conmigo...soy lo que doy, soy de donde estoy, soy con quien estoy. Y eso, es una forma de seguír estando. La más eterna de las formas.

Al final todo es (V) mentira, lo sabes, (I) lo sé. Una mentira (V) tan de verdad, que te (I) empuja a vivir todas sus letras, todas y cada una de las (R) cinco letras de la palabra vivir, con esa intensidad que te da el saber que un día esta mentira acabará.


Y tú, te la crees.

sábado, 10 de marzo de 2012

O2

Existe por todas partes, nos rodea, nos envuelve, nos roza y nos abraza, y nosotros no nos percatamos de ello. Simplemente lo absorvemos automáticamente, esnifando cada partícula de vida que con ello tragamos.
Para andar, para saltar, para correr, para bucear, para follar, para leer el períodico, para asomarse a la ventana, para mirar y para ver, para cocinar... Para vivir, en definitiva.

Y a tí te falta, y yo siento que te daría todo mi oxígeno si pudiese. Pero no puedo.
No puedo.

http://www.youtube.com/watch?v=gnhXHvRoUd0&ob=av2n

jueves, 1 de marzo de 2012

1. R

Ahí va él, con su mochila cargada de esos trastos indispensables para la vida: un par de mazas, algo de pan para los peces, un pompero semilleno y pegajoso y un puñado de ganas.


No sabe mirar hacía atrás y poco le importa lo que de él piensen los demás, tiene intacta esa naturalidad  e inocencia propia de los que tienen poco mundo recorrido, muchas historias imaginadas.

Sabe hacerte cosquillas sin rozarte y viajar, en un solo soplido. Es capaz de mantener la pompa de jabón con vida tanto como su estatura le permite, esa estatura que no se mide en metros, sino en latidos. 
Inventa chistes y come chocolate. El kepchup no le gusta, dice. 
Cuelga dibujos en la puerta de mi armario como pruebas de sus idas y venidas imaginarias, y yo los mantengo como premios visibles de poder compartir mi vida con la suya.

Ahí va él, ahí va, donde quiera irá, lejos, muy lejos, tan lejos como lance sus mazas, como los peces puedan llevarle nadando, o las pompas de jabón puedan soportar su vuelo, su batir de alas y el polvo de duende que desprende a cada movimiento.