sábado, 31 de diciembre de 2011

Me balanceo

Nunca he sido de hacer balance los últimos días del año, y tampoco nunca he sabido valorar si un año ha sido más bueno que malo, más bonito que feo o más productivo que infructuoso. Los extremos nunca fueron lo mío, soy más de medias tintas. Además de que, mi cerebro se encarga de ir olvidando muchisimas cosas por aquello de hacer hueco a los tiempos venideros.

En cualquier caso, hoy voy a balancearme un poco, a media tinta, fijense.

Los 365 días de este año me trajeron de vuelta a Madrid, con la maleta cargada de nuevas vivencias, nuevas fragancias, nuevas imagenes y nuevos sentimientos. La cabeza llena de sueños y el corazón más rojo. Siempre más.
Trajo llantos que hicieron valorar las risas y las sonrisas, vacios necesarios para ser llenados, conversaciones internas a grito pelado y silencios externos muy sonoros.

Me trajo también algunas personas nuevas, que me pareció conocer de toda la vida, muchísimos detalles chiquititos como el olor pegado a la solapa de tu abrigo, el acorde de Re menor seguido por el de La menor, el sabor de esa comida, un buen concierto, un abrazo, una carta, un libro, una caña bien tirada, un paseo por la Gran Vía...

Me trajo a tí en mi ciudad, me trajo a tí en mi colegio, en mi gimnasio, en mi panaderia, en mi biblioteca...Y también te me llevó, vino un viento del sur y te llevó, para hacerte más liviana, más ligera, más sabía, y con ello, como con todo, también hacermelo a mí.

Trajo nuevos miembros a la familia, y con ellos nuevas ganas y energías, esas que sólo aquellos que acaban de aterrizar en este mundo pueden inyectarte, desinteresadamente.
Trajo conversaciones familiares en las que me mostré menos hija y más yo, conversaciones familiares en las que valoré más a José y no a papá. En las que, pese a todo, me sentí orgullosa de pertenecer al nucleo al que pertenezco.

Trajo viajes relámpago a la tierra del vino, a la tierra que da nombre al fruto, Granada, esa tierra, tu tierra. Viajes lejanos sin moverse del sitio, viajes a Nunca Jamás, viajes por tu piel, por tus lunares, por tus manos y desde mi retina a la tuya. Con principio y sin retorno.

Trajo, como en todo cuento, su parte gris, momentos de soledad, de abismo, de princesa sin trenza por la que escapar, de cobardía, llanto y miedo aterrador. Trajo distancia, incertidumbre, dudas, y desasosiego: pespuntes todo ello de un patrón de vida muy vivida, y por tanto, también muy sufrida.

Trajo muchas otras cosas que, como digo, ya estaré olvidando, pero sobre todo traerá 366 nuevos días, con sus horas y sus minutos, para vivir, para seguir viviendo...en este dulce balanceo.

3 comentarios:

  1. Es un buen balanceo, de idas y venidas, de ahora arriba y ahora abajo...hay que saber mirar de lejos ciertos recuerdos "cercanos" para que no te atrapen.

    Ojalá tu balanceo de 2012 te traiga mas arribas y mas alegrias!

    Feliz año madrizleña!

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  2. "Viajes lejanos sin moverse del sitio, viajes a Nunca Jamás, viajes por tu piel, por tus lunares, por tus manos y desde mi retina a la tuya. Con principio y sin retorno."

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