Nunca he sido de hacer balance los últimos días del año, y tampoco nunca he sabido valorar si un año ha sido más bueno que malo, más bonito que feo o más productivo que infructuoso. Los extremos nunca fueron lo mío, soy más de medias tintas. Además de que, mi cerebro se encarga de ir olvidando muchisimas cosas por aquello de hacer hueco a los tiempos venideros.
En cualquier caso, hoy voy a balancearme un poco, a media tinta, fijense.
Los 365 días de este año me trajeron de vuelta a Madrid, con la maleta cargada de nuevas vivencias, nuevas fragancias, nuevas imagenes y nuevos sentimientos. La cabeza llena de sueños y el corazón más rojo. Siempre más.
Trajo llantos que hicieron valorar las risas y las sonrisas, vacios necesarios para ser llenados, conversaciones internas a grito pelado y silencios externos muy sonoros.
Me trajo también algunas personas nuevas, que me pareció conocer de toda la vida, muchísimos detalles chiquititos como el olor pegado a la solapa de tu abrigo, el acorde de Re menor seguido por el de La menor, el sabor de esa comida, un buen concierto, un abrazo, una carta, un libro, una caña bien tirada, un paseo por la Gran Vía...
Me trajo a tí en mi ciudad, me trajo a tí en mi colegio, en mi gimnasio, en mi panaderia, en mi biblioteca...Y también te me llevó, vino un viento del sur y te llevó, para hacerte más liviana, más ligera, más sabía, y con ello, como con todo, también hacermelo a mí.
Trajo nuevos miembros a la familia, y con ellos nuevas ganas y energías, esas que sólo aquellos que acaban de aterrizar en este mundo pueden inyectarte, desinteresadamente.
Trajo conversaciones familiares en las que me mostré menos hija y más yo, conversaciones familiares en las que valoré más a José y no a papá. En las que, pese a todo, me sentí orgullosa de pertenecer al nucleo al que pertenezco.
Trajo viajes relámpago a la tierra del vino, a la tierra que da nombre al fruto, Granada, esa tierra, tu tierra. Viajes lejanos sin moverse del sitio, viajes a Nunca Jamás, viajes por tu piel, por tus lunares, por tus manos y desde mi retina a la tuya. Con principio y sin retorno.
Trajo, como en todo cuento, su parte gris, momentos de soledad, de abismo, de princesa sin trenza por la que escapar, de cobardía, llanto y miedo aterrador. Trajo distancia, incertidumbre, dudas, y desasosiego: pespuntes todo ello de un patrón de vida muy vivida, y por tanto, también muy sufrida.
Trajo muchas otras cosas que, como digo, ya estaré olvidando, pero sobre todo traerá 366 nuevos días, con sus horas y sus minutos, para vivir, para seguir viviendo...en este dulce balanceo.
sábado, 31 de diciembre de 2011
miércoles, 21 de diciembre de 2011
Entre pitos y flautas
Los sentidos, la vida, el sexo, tu sexo, la pasión, los besos, el corazón atolondrado, la cabeza palpitante, los cuerpos calientes, las palabras que sólo se pueden bombear, las miradas que no se pueden demorar, tu piel pidiéndome a gritos que la roce, que la roce ahora y ya, y allá voy yo, creyéndome esta gran mentira simplemente porque me apetece(s). Me apetece, sí. Y hace un segundo que esto es un motivo más que suficiente para morderte, y sacarte hasta el último jugo, y sacarme hasta el último jugo, y jugar a resbalarnos por las pieles, y jugar a ganarte la partida, y explicarte mis trucos, que no son más que estas heridas, que escuecen para recordarme que crecí, que estoy creciendo y que esto va a ir a más. Que escuecen para recordarte, y cuanto más te recuerdo, más te olvido, y cuánto más te olvido, más te quiero.
miércoles, 14 de diciembre de 2011
Celebración de las contradicciones
[...] "Cada promesa es una amenaza, cada pérdida, un encuentro. De los miedos, nacen los corajes; y de las dudas las certezas. Los sueños anuncian otra realidad posible y los delirios, otra razón. Al fin y al cabo, somos los que hacemos para cambiar lo que somos. La identidad no es una pieza de museo, quietecita en la vitrina, sino la siempre asombrosa síntesis de las contradicciones nuestras de cada día, en esa fe, fugitiva, creo. Me resulta la única fe digna de confianza, por lo mucho que se parece al bicho humano, jodido pero sagrado, y a la loca aventura de vivir en el mundo."
-E. Galeano-
-E. Galeano-
lunes, 12 de diciembre de 2011
Invictus
"Ya no importa cuán recto haya seguido el camino,
ni cuántos castigos lleve a la espalda,
soy el amo de mi destino,
soy el capitán de mi alma"
ni cuántos castigos lleve a la espalda,
soy el amo de mi destino,
soy el capitán de mi alma"
miércoles, 7 de diciembre de 2011
De mentiras y verdades
Te mentiría si te dijese que no te echo de menos, que no te llevo en la mente y en el corazón cada segundo del día, aunque no te nombre ni una sola vez. Las cosas que no se dicen son las que mas ruido hacen.
Si te dijese que todos nuestros planes se han evaporado, aquí en mi interior. (Aunque lo hayan hecho ahí, en el exterior).
Si te dijese que tu piel, tu sexo y tu retina no me atormentan algunas noches de Diciembre.
Si te dijese que olvidé tu regalo de cumpleaños, o que ya no importa como llevas el temario de la carrera. Las apariencias, casi nunca dicen la verdad.
Si te dijese que no busco tu ciudad en el mapa en cada clase o que no anoto esa receta para cocinártela algún día, alguna vez: Todas las cosas cotidianas llevan tu nombre, y son de las que más me cuesta desprenderme.
Te mentiría también, y en cambio, si te dijese que no puedo vivir sin tí, que tú no puedes vivir sin mí, que no he reído en este tiempo, que no he bailado, saltado, viajado, disfrutado...Que no existen otras personas que me han atraído y que ya no soy capaz de apreciar la perfecta y delicada belleza de la vida.
Te mentiría en estas cosas y en aquellas otras, pero en realidad, te contaría la verdad, toda la verdad...escribiendo notas sobre tu piel.
Si te dijese que todos nuestros planes se han evaporado, aquí en mi interior. (Aunque lo hayan hecho ahí, en el exterior).
Si te dijese que tu piel, tu sexo y tu retina no me atormentan algunas noches de Diciembre.
Si te dijese que olvidé tu regalo de cumpleaños, o que ya no importa como llevas el temario de la carrera. Las apariencias, casi nunca dicen la verdad.
Si te dijese que no busco tu ciudad en el mapa en cada clase o que no anoto esa receta para cocinártela algún día, alguna vez: Todas las cosas cotidianas llevan tu nombre, y son de las que más me cuesta desprenderme.
Te mentiría también, y en cambio, si te dijese que no puedo vivir sin tí, que tú no puedes vivir sin mí, que no he reído en este tiempo, que no he bailado, saltado, viajado, disfrutado...Que no existen otras personas que me han atraído y que ya no soy capaz de apreciar la perfecta y delicada belleza de la vida.
Te mentiría en estas cosas y en aquellas otras, pero en realidad, te contaría la verdad, toda la verdad...escribiendo notas sobre tu piel.
martes, 29 de noviembre de 2011
A veces pasa
A veces pasa, me despisto, bajo la guardía y vienes, vuelves. Y yo bajo al portal y te veo ahí, sonriente como siempre, radiante como nunca. Sin miedos, sin fantasmas del pasado que callan tu voz y paralizan tus caricias, tan sólo tu sonrisa silenciosa, tus manos largas y frias, tu mirada templada y tranquila...Tan sólo tú.
¿Tomamos algo?-preguntas. Y en lo cotidiano de tus palabras parece como si siempre hubieses permanecido aquí. Como si aquel autobús nunca hubiese tenido un rumbo, un destino, un asiento y un pasaje para tí. Como si nunca hubiese contenido las lágrimas al despedirte, al ver tu reflejo tras el cristal, y al desear ardientemente que las cosas, una vez más, fuesen de otra manera.
-Tomamos lo que quieras, el mundo y su girar, mis labios, los tuyos, el sol, las ganas, la risa, la incertidumbre, tomemos todo, pero tomémoslo caliente, que temple el cuerpo, y los corazones, que temple el alma, amor, que a veces la siento helada.
A veces pasa, me despisto y vuelves.
El portal está vacio y yo sólo puedo volver a casa.
http://www.youtube.com/watch?v=1G4isv_Fylg&ob=av2e
¿Tomamos algo?-preguntas. Y en lo cotidiano de tus palabras parece como si siempre hubieses permanecido aquí. Como si aquel autobús nunca hubiese tenido un rumbo, un destino, un asiento y un pasaje para tí. Como si nunca hubiese contenido las lágrimas al despedirte, al ver tu reflejo tras el cristal, y al desear ardientemente que las cosas, una vez más, fuesen de otra manera.
-Tomamos lo que quieras, el mundo y su girar, mis labios, los tuyos, el sol, las ganas, la risa, la incertidumbre, tomemos todo, pero tomémoslo caliente, que temple el cuerpo, y los corazones, que temple el alma, amor, que a veces la siento helada.
A veces pasa, me despisto y vuelves.
El portal está vacio y yo sólo puedo volver a casa.
http://www.youtube.com/watch?v=1G4isv_Fylg&ob=av2e
jueves, 24 de noviembre de 2011
GranHada
Hay personas que te rozan el alma en apenas un pestañeo.
Hay ciudades que te ensanchan el alma en apenas un paseo.
En su caso se cumplen las dos premisas: Ella pestañea mientras pasea por su ciudad.
Granada tiene un encanto especial, su realidad es mucho más grande que sus expectativas, sus calles son un entresijo de paredes encaladas, de aromas a tés lejanos mezclados con ese olor característico y dulzón que deja a su paso un buen cigarro aliñado. Su gente es de allí, y de todo el mundo, y es esa fusión de gentes, de culturas y de ganas las que dejan un eterno espacio en tu interior para volver. Para volver a perderte en la arcilla roja de la Alhambra, en el Paseo de los Tristes, en la humedad del Darro, en la intensidad de su naturaleza, de su sierra, de su aire, de su vida.
Luego están esas otras cosas, el paraguas compartido, las eternas risas flojas, la tetería desierta y cálida, los pies mojados, las mezquitas, los gitanos, las historias empezadas y nunca terminadas, las historias terminadas que empiezan otras, las cervezas, los ojos negros, tu bondad, tu generosidad y tu gracia.
Hay personas que te rozan el alma en apenas un pestañeo.
Hay ciudades que te ensanchan el alma en apenas un paseo.
En su caso se cumplen las dos premisas: Ella pestañea mientras pasea por su ciudad. Y en la inmensidad de mi alma,en el placentero vértigo que produce ese crecimiento, sólo puedo sentir gratitud, por esta jodida, y preciosa vida.
Hay ciudades que te ensanchan el alma en apenas un paseo.
En su caso se cumplen las dos premisas: Ella pestañea mientras pasea por su ciudad.
Granada tiene un encanto especial, su realidad es mucho más grande que sus expectativas, sus calles son un entresijo de paredes encaladas, de aromas a tés lejanos mezclados con ese olor característico y dulzón que deja a su paso un buen cigarro aliñado. Su gente es de allí, y de todo el mundo, y es esa fusión de gentes, de culturas y de ganas las que dejan un eterno espacio en tu interior para volver. Para volver a perderte en la arcilla roja de la Alhambra, en el Paseo de los Tristes, en la humedad del Darro, en la intensidad de su naturaleza, de su sierra, de su aire, de su vida.
Luego están esas otras cosas, el paraguas compartido, las eternas risas flojas, la tetería desierta y cálida, los pies mojados, las mezquitas, los gitanos, las historias empezadas y nunca terminadas, las historias terminadas que empiezan otras, las cervezas, los ojos negros, tu bondad, tu generosidad y tu gracia.
Hay personas que te rozan el alma en apenas un pestañeo.
Hay ciudades que te ensanchan el alma en apenas un paseo.
En su caso se cumplen las dos premisas: Ella pestañea mientras pasea por su ciudad. Y en la inmensidad de mi alma,en el placentero vértigo que produce ese crecimiento, sólo puedo sentir gratitud, por esta jodida, y preciosa vida.
martes, 22 de noviembre de 2011
Conversaciones II
- Carga tu mente y tu cámara de fotos. Habrá más viajes, pero ninguno volverá a ser el primero. Espero que no te defraude ni la ciudad, ni el gin tonic. Sé feliz, sé feliz como tú sabes. Recuerda cómo se hacía y hazlo.
viernes, 18 de noviembre de 2011
Conversaciones I
- ¿ Y tú qué tal? ¿Sabes algo de ella?
- No, no se nada. Estoy bien. Quiero decir que, comprendo mi situación, que es estar triste y recordarla. Pero sigo adelante. ¿Qué más opciones hay?
- Seguir adelante
- No, no se nada. Estoy bien. Quiero decir que, comprendo mi situación, que es estar triste y recordarla. Pero sigo adelante. ¿Qué más opciones hay?
- Seguir adelante
lunes, 14 de noviembre de 2011
viernes, 11 de noviembre de 2011
Reflexión primera
Despertar para encontrarme
esto:
la vida así dispuesta,
el cielo
turbio, la lluvia
que lame los cristales.
Abrir los ojos para ver
lo mismo,
poner el cuerpo en marcha para andar
lo mismo,
comenzar a vivir, pero sabiendo el fracaso final de la hora última.
Si esto es la vida, Dios,
si éste es tu obsequio,
te doy gracias -gracias- y te digo:
Guárdalo para ti y para tus ángeles.
Me hace daño la luz con que me alumbras,
me enloquece tu música
de pájaros,
pesa tu cielo demasiado,
oprime,
aplasta, bajo y gris, como una losa.
Todo está bien, lo sé.
Tu orden
se cumple.
Pero alguien
envenenó las fuentes de mi vida, y mi corazón es
pasión inutil, odio
ciego, amor desorbitado,
crisol donde se funden contrariedades con contradicciones.
Y mi voluntad sigue,
inútilmente,
empeñada en la lucha más terrible:
vivir lo mismo que si tú existieras.
esto:
la vida así dispuesta,
el cielo
turbio, la lluvia
que lame los cristales.
Abrir los ojos para ver
lo mismo,
poner el cuerpo en marcha para andar
lo mismo,
comenzar a vivir, pero sabiendo el fracaso final de la hora última.
Si esto es la vida, Dios,
si éste es tu obsequio,
te doy gracias -gracias- y te digo:
Guárdalo para ti y para tus ángeles.
Me hace daño la luz con que me alumbras,
me enloquece tu música
de pájaros,
pesa tu cielo demasiado,
oprime,
aplasta, bajo y gris, como una losa.
Todo está bien, lo sé.
Tu orden
se cumple.
Pero alguien
envenenó las fuentes de mi vida, y mi corazón es
pasión inutil, odio
ciego, amor desorbitado,
crisol donde se funden contrariedades con contradicciones.
Y mi voluntad sigue,
inútilmente,
empeñada en la lucha más terrible:
vivir lo mismo que si tú existieras.
jueves, 27 de octubre de 2011
Al fin y al cabo
Se que puedo vivir sin tí...pero prefiero hacerlo contigo.
Y al fin y al cabo, eso es amor.
Y al fin y al cabo, eso es amor.
miércoles, 26 de octubre de 2011
Invierno
Tenías razón, el invierno en Madrid llega sin avisar.
Ha entrado por la misma puerta por la que tú has salido. Sin avisar, también.
Ha entrado por la misma puerta por la que tú has salido. Sin avisar, también.
martes, 25 de octubre de 2011
Viceversa
Tengo miedo de verte
necesidad de verte
esperanza de verte
desazones de verte
tengo ganas de hallarte
preocupación de hallarte
certidumbre de hallarte
pobres dudas de hallarte
tengo urgencia de oírte
alegría de oírte
buena suerte de oírte
y temores de oírte
o sea
resumiendo
estoy jodido
y radiante
quizá más lo primero
que lo segundo
y también
viceversa.
necesidad de verte
esperanza de verte
desazones de verte
tengo ganas de hallarte
preocupación de hallarte
certidumbre de hallarte
pobres dudas de hallarte
tengo urgencia de oírte
alegría de oírte
buena suerte de oírte
y temores de oírte
o sea
resumiendo
estoy jodido
y radiante
quizá más lo primero
que lo segundo
y también
viceversa.
martes, 18 de octubre de 2011
Querida Coral:
Olvídate de quien eres. Olvida lo que sientes, lo que palpita, oxigena, lo que bombea amor a raudales por esa persona. Olvidate. Si puedes.
Aparta todo eso porque quiero hablarte a tí. En la soledad más cruel y más pura, la que escuece y también da paz, la que quizás no elegiste pero por algún motivo está aqui, contigo. Ésta soledad tan concurrida de presentes que niegan ser recuerdos.
Quiero hablarte a tí y decirte que todo esto, va a pasar. Va a pasar aunque no quieras oirlo, aunque no quieras verlo, aunque no quieras sentir que un dia todo esto se te escurrirá entre los dedos.
Todo acaba y comienza en un bucle sin fin, y tú no puedes pararlo.Tal vez el bucle te pare a ti, cuando llegue la hora, y pases a ser un acontecimiento más, el fin de otra historia que comienza.
Se que todo es absurdo, tú también lo sabes, que no existen respuestas para tantas preguntas encontradas, que no existe oxígeno que calme a tus pulmones, contaminados de dulces recuerdos...Se también, que poco puedo ofrecerte para aliviar tu dolor, salvo una línea continuada de tic tac: Ahora sirve de algo el segundero.
Todo esto se te antoja estúpido, es tan grande el sentimiento, que no deja lugar para entendederas, que yo no quiero entender, te dices, pero irremediablemente entiendes. Entiendes que no hay culpas, sino sentimientos, circunstancias, miedos, valentias, personas que se dañan en sus furiosos deseos de cura.
Que yo no quiero entender, pero entiendes...
Entenderás que estas palabras dejen de tener sentido algún día. No intentes estirarlas, transformarlas, amoldarlas, simplemente guarda todo su sentido para este momento, pues no hay sentido sin momento aunque muchos momentos puedan parecerte sin sentido.
Una última cosa.
Te quiero, y aunque tú no quieras, voy a cuidarte.
Olvídate de quien eres. Olvida lo que sientes, lo que palpita, oxigena, lo que bombea amor a raudales por esa persona. Olvidate. Si puedes.
Aparta todo eso porque quiero hablarte a tí. En la soledad más cruel y más pura, la que escuece y también da paz, la que quizás no elegiste pero por algún motivo está aqui, contigo. Ésta soledad tan concurrida de presentes que niegan ser recuerdos.
Quiero hablarte a tí y decirte que todo esto, va a pasar. Va a pasar aunque no quieras oirlo, aunque no quieras verlo, aunque no quieras sentir que un dia todo esto se te escurrirá entre los dedos.
Todo acaba y comienza en un bucle sin fin, y tú no puedes pararlo.Tal vez el bucle te pare a ti, cuando llegue la hora, y pases a ser un acontecimiento más, el fin de otra historia que comienza.
Se que todo es absurdo, tú también lo sabes, que no existen respuestas para tantas preguntas encontradas, que no existe oxígeno que calme a tus pulmones, contaminados de dulces recuerdos...Se también, que poco puedo ofrecerte para aliviar tu dolor, salvo una línea continuada de tic tac: Ahora sirve de algo el segundero.
Todo esto se te antoja estúpido, es tan grande el sentimiento, que no deja lugar para entendederas, que yo no quiero entender, te dices, pero irremediablemente entiendes. Entiendes que no hay culpas, sino sentimientos, circunstancias, miedos, valentias, personas que se dañan en sus furiosos deseos de cura.
Que yo no quiero entender, pero entiendes...
Entenderás que estas palabras dejen de tener sentido algún día. No intentes estirarlas, transformarlas, amoldarlas, simplemente guarda todo su sentido para este momento, pues no hay sentido sin momento aunque muchos momentos puedan parecerte sin sentido.
Una última cosa.
Te quiero, y aunque tú no quieras, voy a cuidarte.
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